Teatro Aleph
Una historia de resistencia, arte y memoria
El Teatro Aleph nació el 10 de agosto de 1967 en Chile, fruto de la creatividad y el espíritu rebelde de Óscar «El Cuervo» Castro y un grupo de jóvenes estudiantes. Inspirados por la revolución cultural y política de su tiempo, crearon un teatro-fiesta: subversivo, irreverente y lleno de humor. Sus referentes eran diversos y poderosos: Che Guevara, The Beatles, el Mayo del ’68 en París. Sus maestros, aún más: Héctor Noguera, Augusto Boal, Jerzy Grotowski, Jorge Luis Borges y Federico Fellini.
La libertad creativa del Teatro Aleph parecía no tener límites… hasta que en 1973 Chile cambió para siempre.
De la clandestinidad al exilio
El golpe de Estado y la llgada de la dictadura de Augusto Pinochet sumieron al país en la represión. Como muchas otras expresiones artísticas de la época, el Teatro Aleph pasó a la clandestinidad. A finales de 1974, en plena persecución política, estrenaron “Y al principio existía la vida”. No pudieron presentarla por mucho tiempo. Óscar Castro y su hermana Marietta fueron detenidos por agentes del Estado.
«El Cuervo» fue trasladado a distintos centros de detención: Villa Grimaldi, Tres Álamos y Puchuncaví, hasta llegar al campo de concentración de Ritoque.
Su madre, Julieta Ramírez, una mujer sin militancia política, fue a visitarlo a Tres Álamos. Tras ese encuentro, desapareció sin dejar rastro. Hasta hoy, su paradero sigue siendo desconocido.
Desde la prisión, Óscar convirtió el horror en arte haciendo teatro junto a otros detenidos dentro en el campo de concentración. Fue así como nacieron los “Viernes culturales» donde se presentaban sus obras de teatro ante los prisioneros, obras que también eran vistas por sus propios carceleros quienes intentaban que su día libre no coincidiera con los viernes para así no perderse de las obras. Cada semana había una nueva obra, porque el público era el mismo. Con una antigua chaqueta de frac, encontrada en una de las tantas bolsas que enviaba la cruz roja para los prisioneros y un gorro destartalado Oscar se autoproclamó “Alcalde” de Ritoque y Puchuncaví “Único territorio libre en ese momento” Su nombre era Casimiro Peñafleta, quien con una elegancia improvisada, recibía a cada nuevo prisionero con una bienvenida teatral.
«¡Nunca me había sentido tan libre para escribir como dentro del campo de concentración!» — Óscar Castro.
A finales de 1976, Oscar fue enviado al exilio, a Francia, donde empezaría un nuevo capítulo de la historia del Teatro Aleph.
Un nuevo Aleph en París
Desde la distancia, el teatro siguió siendo su patria. En París, Ariane Mnouchkine, directora del Théâtre du Soleil, le abrió las puertas del mítico espacio La Cartoucherie de Vincennes. Fue allí donde, en 1980, estrenaron “Exile Mateluna”, una obra que conmovió a cientos de espectadores y se presentó durante meses.
el reconocimiento a la obra y vida de oscar castro fue reconocida con múltiples premios y condecoraciones incluso se le entregó la máxima distinción que un ciudadano francés puede obtener, ser nombrado “Caballero de la Legión de Honor”
El camino del Teatro Aleph fue el de la perseverancia. En 1995, después de años de ocupar distintos espacios, finalmente encontraron su hogar en Ivry-sur-Seine, donde construyeron su sede permanente. Convirtiendo a Oscar Castro en el único actor, dramaturgo y director de teatro lationamericano que ha conseguido tener una sala de teatro en el corazón de París.
El regreso a Chile y la creación de la Sala Julieta
El 2013 marcó un hito importante: el Teatro Aleph regresó a Chile. Gracias a la gestión de Gabriela Olguín, se estableció una asociación local que trajo de vuelta el espíritu de la compañía al país que lo vio nacer.
Oscar Castro falleció el 2021 en París, pero sus dos más grandes legados siguen trascendiendo en Francia y en Chile.
Premios y distinciones de Oscar castro
1982, Premio al mejor texto y mejor montaje por “La noche suspendida” en los “Recontres Charles Dullin” en Villejuif.
1988, “Résistances”, programa de France 2, le consagra su emisión de 52 min. con el film Nos amábamos tanto en Santiago de Frédéric Laffont y Pierre Barouh
1992, “Caballero de Artes y Letras”, Ministerio de Cultura de Francia.
2017, Comendador del orden al mérito docente y cultura Gabriela Mistral, Ministerio de Educación de Chile.
2018, ”Caballero de la legión de honor”, Ministerio de Cultura de Francia.
